Alberto Orlando Olmedo, tal su nombre
completo, nació el 24 de agosto de 1933, en la ciudad de Rosario, Provincia de
Santa Fe, viviendo su infancia y adolescencia junto a su madre, Matilde Olmedo,
en la calle Tucumán 2765 del barrio Pichincha.
Hacia
fines de 1954, viaja a Buenos Aires, iniciándose en mayo del año siguiente como
operador del Canal 7 de televisión, luciéndose en la cena de fin de año con su
comicidad, comenzando así su carrera de actor, la cual alterna con su trabajo.
Es
en 1960 cuando obtiene su primer éxito con su personaje del “Capitán Piluso”,
destinado al público infantil, pasando a partir de 1964 a destacarse en
programas como “Operación Ja-Ja”, donde nacen sus personajes Rucucu y el
Yéneral González.
En
1969 trabaja en “El Botón”, y el 3 de diciembre de ese año realiza “Las 36
horas de Olmedo”, programa a beneficio de la “Casa Cuna” y el “Hospital
Argerich”, alcanzando el récord de permanencia en el aire, aún no superado.
En el que debía ser el primer programa del año 1976 de “El Chupete”, el 4 de mayo, se anuncia el fallecimiento de Alberto Olmedo. Broma de mal gusto, chiste de humor negro, o alusión a los desaparecidos por la dictadura militar, le costó al cómico la prohibición de trabajar en televisión por dos años, reapareciendo con el programa “Olmedo 78”, continuando en 1980 con el ciclo “Alberto y Susana”, junto a Susana Giménez.
En 1981 inicia su programa más exitoso, “No toca botón”, en alusión a no cambiar de canal, surgiendo sus personajes más famosos como Lucy, El Nene, Chiquito Reyes, el Dictador de Costa Pobre, El Pitufo, El Psicoanalista, el Manosanta, Alvarez y Borges, El mucamo Perkins, Rogelio Roldán, entre otros.
Durante el verano de 1988, mientras actuaba en Mar del Plata en la obra “Eramos tan pobres”, estando en compañía de su pareja Nancy Herrera, en la madrugada del 5 de marzo, cae desde el balcón de su departamento del piso 11 del edificio “Maral 39”, y fallece prácticamente en el acto.
Su comicidad nata, su humor picaresco, las frases y chistes con doble sentido, sus improvisaciones al no acordarse o cambiar el libreto, salirse del ámbito de los decorados, yéndose fuera del alcance o detrás de las cámaras, dieron un sello especial y personal a su humor. El “negro” Olmedo, fue un personaje muy querido, tanto por el público como por sus compañeros de trabajo.
En su memoria, en su recuerdo y en su homenaje, veremos el monumento realizado por el escultor Reynaldo Baduna, emplazado en la esquina de Callao y Brown, en Pichincha, el barrio de la ciudad de Rosario, donde naciera el genial cómico.
Fue inaugurado el 17 de febrero de 2006 en el “Bar del Negro”, que ya tenía un retrato del humorista, pero desde hacía tiempo sus dueños perseguían el propósito de instalar en el lugar una escultura en su homenaje.
En el monumento realizado por Reynaldo Baduna, sobresale el busto de un sonriente Alberto Olmedo, -como él siempre quiso que lo recordáramos-, vestido de traje y con los brazos cruzados, con la leyenda en la base: “Querido NEGRO OLMEDO, estás siempre en el recuerdo de todos los rosarinos”.
Está apoyado en un pedestal escalonado, con un ala a cada uno de sus costados en las que hay cuatro círculos de 30 centímetros cada uno, con algunos de sus personajes, tales como el Capitán Piluso, el Manosanta, el dictador de Costa Pobre y Rucucu.
Al mes siguiente, al monumento se incorporaron otros dos círculos, con los personajes de Lucy y Yéneral González.
Posteriormente fue agregada la placa con el texto: “La República de Pichincha a su máximo ídolo nacional Alberto Olmedo - Rosario cuna de la bandera 17-02-2006”, mientras que el bar pasó a denominarse: “Esquina del Negro”.
Y finalmente se colocaron dos círculos más, con la imagen de sus compañeros Jorge Porcel y Javier Portales.
Tanto en el busto de Alberto Olmedo, como en los ocho círculos que lo acompañan, puede verse la habitual firma del escultor, con la inicial de su primer nombre y su apellido completo: R. Baduna.
Es notoria la similitud del busto del cómico, con el cartel de la "Esquina del Negro", si la comparamos con una fotografía de Alberto Olmedo.
Mientras el local permanece abierto al público, dado su ubicación, el monumento puede visitarse sin tener la obligación de ser cliente o consumir.
En las horas que el negocio está cerrado, la obra escultórica está bien protegida del vandalismo, mediante el enrejado del perímetro, sin afectar su observación.
Cerramos esta entrada con un par de notas periodísticas, publicadas el 18 y el 21 de febrero de 2006, en http://www.lacapital.com.ar/ y en http://www.ellitoral.com/, respectivamente, destacando a Reynaldo Baduna como autor del monumento, y su admiración por Alberto Olmedo.
Es notoria la similitud del busto del cómico, con el cartel de la "Esquina del Negro", si la comparamos con una fotografía de Alberto Olmedo.
Mientras el local permanece abierto al público, dado su ubicación, el monumento puede visitarse sin tener la obligación de ser cliente o consumir.
En las horas que el negocio está cerrado, la obra escultórica está bien protegida del vandalismo, mediante el enrejado del perímetro, sin afectar su observación.
Cerramos esta entrada con un par de notas periodísticas, publicadas el 18 y el 21 de febrero de 2006, en http://www.lacapital.com.ar/ y en http://www.ellitoral.com/, respectivamente, destacando a Reynaldo Baduna como autor del monumento, y su admiración por Alberto Olmedo.
Anexo: Al haber
trabajado Alberto Olmedo en los cinco canales de aire de Buenos Aires, su humor
imperecedero es recordado en programas evocativos a través de sus personajes,
como así también en sus películas, y en un sinnúmero de videos en http://www.youtube.com.
Algunos
de sus personajes hasta 1979.
Personajes
que lo acompañan en el monumento realizado por Reynaldo Baduna.
Otros
personajes desde 1980 en adelante.
Títulos
de las 52 películas en que actuó.
Reportaje
de 1974, publicado en la revista “Gente”, sobre su infancia, sus hijos, sus
comienzos en la televisión y su carrera artística hasta dicha fecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario